Por: Belén Chirinos Guillén. Tercero de Secundaria.
Adaptado desde el plan lector, para niños de 4 años.
Hace muchos años, en las profundidades del Amazonas, habitaba un grupo especial de jaguares. Estos no eran comunes y corrientes, eran grandes; brillaban con luz dorada y tenían magia. Ellos eran los protectores del bosque. Se encargaban de cuidar flora y fauna, además de curar y ayudar a cualquier ser vivo necesitado.
Entre ellos, vivía un jaguar hembra llamada Siaky. Era la más pequeña y joven del grupo y aunque aún no sabía usar bien su magia, tenía un gran corazón y soñaba con proteger la selva algún día.
Pero un día, personas malas llegaron con ruido, humo y fuego. Querían destruir el bosque. Los jaguares lucharon por protegerlo… pero fueron atrapados o heridos. Solo Siaky logró escapar. Se escondió en lo profundo del bosque, sola y con miedo. No sabía usar su poder. Se sentía desamparada y triste, extrañando a su familia. Una noche, mientras dormía bajo un árbol, apareció un espíritu brillante, hecho de hojas y agua.
—Siaky —dijo el espíritu del Amazonas—, tú eres la última guardiana. Tu poder está ahí adentro. Solo tienes que creer en ti y en todo lo que eres capaz de lograr. Usa tu poder siempre para el bien de la selva y los animales.
Entonces, Siaky sintió su corazón latir fuerte y, de un momento a otro, sus manchas comenzaron a brillar con magia. ¡Ahora podía escuchar a las plantas y curar a los demás! Desde ese día, Siaky nunca volvió a sentir miedo o a dudar de sus poderes y recorrió la selva ayudando a los que sufrían: a los animales que estaban solos o perdidos y a los árboles tristes y enfermos.

















