Por: Gabriel Mamani Alvarez (17 años), alcalde escolar
La educación técnica es una de las formas más efectivas de preparar a los estudiantes para el mundo laboral. A diferencia de la enseñanza tradicional, brinda conocimientos prácticos que permiten desarrollarnos como buenos profesionales.
Las clases prácticas ayudan a comprender y experimentar cómo sería trabajar en un oficio real.
Soy parte del taller de mecánica automotriz. Allí recibimos formación teórica y práctica, lo que nos permite comprender cómo funcionan los vehículos y cómo repararlos. Gracias a esta enseñanza, adquirimos habilidades que nos preparan para conseguir un empleo al egresar del colegio y, con ello, tener la capacidad de financiar nuestros estudios superiores.
Para ello se necesita buenas herramientas e infraestructura moderna que nos permitan realizar prácticas más completas. Las carencias no pueden limitar la preparación, los estudiantes siempre tendremos la disposición de aprender y seguir mejorando.
La educación técnica presenta una gran oportunidad para que construyamos un mejor futuro.
Invertir en equipamiento e infraestructura en los colegios es necesario para tener un mejor desarrollo. Solo así la formación en nuestro país podrá avanzar y responder a las verdaderas necesidades del mundo actual.
